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CARTA DE AMOR AL VIENTO

Y así caí, como mosca en una telaraña, como gota en el rocío, como un suicida desde un puente, como hojas en otoño. Tu que advertiste con palabras, tu que solo fuiste sincero mientras me tapabas los oídos con tus besos. Tu que prometes lastimarme, tu que ya pides perdón mientras me moldeas con tus manos, como arcilla, hay un antes y un después, desde que te vi no soy la misma. Tu que dices "que se caguen"; tan valiente por intentarlo, tan seguro buscando la nada, tan libre que hoy te abrazo en esta cama y me palpita el corazón por que te me escapas entre los dedos. Tu que esperas tanto, que nada te satisface, entiende que yo solo se amar sin pensar en mi, no se nada sobre bajar estrellas o salir a conquistar mundos en tu nombre. Tu que esperas tanto, enseñame a ser tuya entonces.

Tu tan tranquilo, yo aterrorizada, ¿qué si piso una rama cuando me dejo de preocupar por mis pisadas? Miedo a perder, miedo a no ser suficiente. Miedo a ya saber que si esto no funciona para mi ya no hay mas caminos, ¿qué queda del mundo después de amarte? Las montañas son colinas, los vientos no tiran molinos y los océanos se redujeron a estanques. Miedo por que ya no tengo poder para decidir. Miedo por que me enamoré del viento, y aun si logro hacerte feliz, ¿no es acaso egoísta soñar con enjaularte? Tormenta que arquea los pies y calienta la piel, brisa que transforma sonrisas en besos; bella la idea de sentirte por siempre, inocente el pensar que en realidad sos mío. Que en realidad sos de alguien, que en realidad sos de algo; sos libre y sos del mundo. No hay rencores ni arrepentimientos, lo supe desde que te deje indicarme a donde ir en esa mañana encapotada. "Vení conmigo si querés" me dijiste, y yo miré con desconfianza. Hoy sé que de nada sirve pelearte. ¡Ay! que cansador los días en los que la lógica batallaba entre tus abrazos. Cómo puede ser que te deje y te pensé y juré que no podía ser pero aquí te tengo en carne y cuero para comprobarlo.

Me aleje para ver los castillos, y derrumbaste la puerta con la fiesta en las manos. Me aleje para compartir con otros amigos, y con humo en la sonrisa te colgaste de la reja en la mitad de la noche. Me aleje para poder conocer otros horizontes, y en el tren me esperaste para volver a tomarme la cintura. Me aleje al otro lado del océano para seguir con este manual que me dieron, y aquí te tengo hoy pegoteado a mi rutina como brillantina exparcida sobre un diario. Viento que profesa no ser de nadie, ¿te pensas que con ese historial me dejaste más opción que enamorarme? Ya aprendi lo que es perderte, más veces como para llevar la cuenta; ya se sentí en carne propia todas tus verdades. No te pido que seas mío, solo te pido que me dejes seguirte. Lléname de humo y poesía existencial, y prometo aprender amarte. ¿Seremos más que dos almas rotas en una tierra sin sentido buscando a qué aferrarse? Admirando las flores como niños, tras el detalle, tras lo pequeño, en un mundo de bombas y porquesíes encontré a alguien que habla mi idioma. Déjame aprender y tomarte la mano, pero sobre todas las cosas, sopla tranquilo que vengo a amarte, no a enjaularte. Te quiero como sos. Te quiero libre. Te quiero, viento.

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